Las juntas y retenes son cruciales para sellar y evitar fugas de fluidos y gases. Los retenes se utilizan entre los distintos componentes del motor para garantizar que no se produzcan fugas de aceite, refrigerante o gases de combustión.
Los retenes de aceite, también conocidos como retenes radiales, sellan los ejes giratorios y evitan que se escapen los lubricantes.
Los retenes y retenes de aceite de alta calidad contribuyen a la longevidad y fiabilidad del motor. Al realizar el mantenimiento del motor, estas piezas deben revisarse con regularidad y sustituirse si es necesario para evitar fugas.
Una junta dañada o un retén de aceite defectuoso pueden provocar daños considerables en el motor y pérdida de rendimiento.